Algunas mujeres son delicadas. Otras son más bien fuertes y volubles. No obstante, a todas ellas se les debe tratar con "el pétalo de una rosa". Ahora bien, cuando se trata de entablar una relación personal con ellas, necesitan de la presencia de una persona que sepa tomar decisiones, porque de otra manera se volvería difícil lograr acercarse a ellas.
En esta ocasión, en el Día Internacional de la Mujer, estuve pensando sobre ellas: aquellos seres divinos que pueden llegar a hacer a uno la vida tan bella como ellas mismas.
Mi reflexión se centraba en cómo les gusta a algunas mujeres que las traten. Yo pienso que en general, las mujeres son delicadas y les gusta que se les consienta. Pero a la vez, una mujer, pienso yo, no sólo quiere estar con alguien que la consienta y le cumpla sus deseos, sino que, la mujer quiere que un hombre sea decidido respecto a tratarla, que sea firme en su actitud hacia ella y que no tenga miedo de confrontarla cuando sea necesario.
Se ha dicho que a las mujeres les gusta tener el control, pero dentro de ese control, ellas también esperan que su pareja pueda tomarlo cuando se sientan vulnerables o inseguras sobre una u otra situación. De otra manera, si el hombre no demuestra esa determinación a su pareja (o posible pareja), difícil será que se llegue a entender e interactuar con este ser tan complejo y a la vez tan maravilloso como lo es la mujer.
Si eres mujer, recuerda que nosotros hombres trataremos de siempre cumplir con tus más preciados deseos, pero debes saber que en la medida en la que tú sepas valorarte, nosotros trataremos siempre de valorarte más...
Y si eres hombre, para empezar no olvides que provienes de una mujer, y si tienes la oportunidad de darle tu cariño y amor a una de ellas como tu pareja, en cualquier etapa de tu vida, lo hagas desenfadadamente y sin esperar nada a cambio, pues lo que estarías haciendo es en sí, la actividad más maravillosa del mundo: amar a una mujer.
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